HUERTOS URBANOS

Bajo un contexto de devaluación de la calidad de vida en las grandes urbes, en parte debido al abandono del medio rural y a la concentración de la población en busca de oportunidades, aparecen los huertos urbanos como reconexión de las personas con la producción de alimentos.

El huerto urbano por definición tiene una fuerte componente social y de integración, pero cuenta además con funciones y beneficios a nivel productivo, medioambiental, paisajístico y urbanístico, con el pretexto de transferencia de conocimiento intergeneracional e intercultural.

Existen diversas tipologías de huerto en función de la situación, titularidad, finalidad y manejo, aunque normalmente se gestionan bajo el sistema de cultivo ecológico frente al convencional, con la dificultad añadida de trabajar en un entorno pobre a nivel de servicios de regulación (polinización, control biológico de plagas…); así es básico un diseño de infraestructura ecológica. En este contexto adquieren especial importancia el generar y mantener diversidad y suelos vivos a través de técnicas como: abonos verdes, setos y otros elementos de diversidad, rotaciones y asociaciones de cultivo, manejo de hierbas, compostaje de residuos y empleo de variedades tradicionales. Destacar que los insumos autorizados en la agricultura ecológica están regulados.